domingo, 24 de febrero de 2008

La Santa Espina


Hoy hemos comido en la casa rural de La Santa Espina para celebrar el cumpleaños de mi madre (que fue el jueves). La comida ha sido impresionante tanto en cantidad como en calidad, lo que casi me deja al borde de la muerte. Después, para digerir mejor la extrema ingesta de alimentos, dimos un paseo por el pueblo y visitamos el monasterio por el que mi sobrino Pablo se dio unas vueltas.
Mientras escribo esta entrada, escucho el segundo concierto de Brahms para piano y orquesta magistralmente interpretado por Daniel Barenboim bajo la dirección de Sergiu Celibidache.

El domingo se acaba y a mí me da lo mismo.

7 comentarios:

Incognita dijo...

Hola un saludo, me ha gustado mucho su blog. primera visita espero venir a menudo...chao

No.me.pises.que.llevo.chanclas. dijo...

¿cómo estás? qué tal todo?
espero q todo bien
m alegro mucho de que te gustara el monasterio.
un bso

nerea dijo...

Peazo domingo ¿no? felicita a tu mama y eso si es pasar un gran domingo!

Besicos!

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Pues aquí andamos Nuria, y tu que tal estas??? Andas desaparecida en combate.
Un beso

Merche Pallarés dijo...

El lugar y la comida debieron ser maravillosos, y escribir el post con la musica de Brahms, una delicia. Felicidades a vuestra madre. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Este monasterio y su entorno es una de las joyas escondidas de los montes Torozos.
Un día bien aprovechado. Saludos.

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Muchas gracias Merche.