jueves, 13 de septiembre de 2007

Josu Jon Imaz


La noticia de la retirada de la política de Josu Jon Imaz, la única esperanza de la política vasca en los últimos años, fue la mala noticia de un buen día que transcurrió en su mayoría entre las calles de Valladolid. En un comentario, mi hermano Pablo decía: cómo es posible que las personas que defienden las posturas más lógicas en política sean los que la abandonan. Precisamente ayer mientras caminaba por Valladolid con mi hermano Diego, hablábamos sobre lo difícil que es para un hombre válido formar parte de un partido político. Los partidos tienen el poder de situar en puestos de máxima importancia a personas que en la calle no se les contrataría ni para taquillero (con todo el respeto que merece ese magnífico gremio), simplemente por la antigüedad, los amigos o la situación que se ocupa en el partido en el momento clave. Como es público y notorio los partidos son máquinas de colocación. Esto no significa que no haya políticos fantásticos pero generalmente los intereses de partido, las presiones internas, los codazos que crecen cuando alguien destaca... hacen imposible que alguien con ideas e iniciativa propia se mantenga en pie entre la marabunta que se forma a su alrededor.

3 comentarios:

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Totalmente de acuerdo, fenómeno.
Un abrazo

Diego Fernández Magdaleno dijo...

El hecho de que se hayan alegrado de la noticia Carod-Rovira y Puigcercós, reafirma mi valoración de Imaz.
Besos,
Diego

Borja Santos Porras dijo...

Vaya panorama que tenemos...