Ayer pasamos todo el día en Madrid, de nuevo Diego, Pablo y un servidor. Diego tenía una entrevista programada que formará parte de un documental que emitirá televisión española, en homenaje al compositor español Ramón Barce. Hasta que llegó la hora de la entrevista, visitamos el Museo del Prado, donde está la exposición temporal, recomendadísima, del Belga Patinir, al parecer el primer pintor exclusivamente paisajista de la historia del arte que me sumo a recomendar desde mi ignorancia más absoluta; a continuación fuimos al Museo Thyssen donde caminamos entre los cuadros de Richad Estes (del que hablé aquí hace un par de semanas sin saber que podría visitar su retrospectiva) y lo único que puedo decir es que es impresionante. Después de comer en un restaurante un tanto extraño nos pasamos por La casa del libro, una de las librerías más grandes que he visto en mi vida. Una visita a los altísimos rascacielos que están construyendo en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid y de vuelta a casa.
Madrid es una ciudad magnífica.
3 comentarios:
Si es que lo mejor son los viajes relámpagos, los disfrutas mucho más que si los llevaras preparando durante meses.
un bso.
Nuria.
Que razón tienes Nuria.
Un beso.
Álvaro
¡Vaya viajes que os metéis!
Estáis dándolo todo, qué gozada. Un fuerte abrazo,
Borja
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